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Publicado el 16 marzo, 2024

Jesús Carmona en el Auditórium de Palma (Festival Paco de Lucía)

Fotografías de José Luis Luna
Crónica de Fátima Yráyzoz
Jesús Carmona en el Auditórium de Palma (Festival Paco de Lucía) - Mallorca Music Magazine

Palma, miércoles 13 de marzo de 2024

Jesús Carmona versus Manu Masaedo: danza, flamenco, flow y electrónica

 Por Fátima Yráyzoz
 José Luis Luna (ver galería)

Con el provocador título de «Baile de bestias», el bailaor Jesús Carmona presentó el pasado miércoles día 13 de marzo en el Auditórium de Palma una atrevida y contemporánea propuesta escénica realizada a dúo con el músico e instrumentista Manu Masaedo, logrando el entusiasmo del público tal y como viene ocurriendo en cada episodio del Festival Paco de Lucía.

En un escenario prácticamente vacío, tan solo con algunos utensilios de utilería, una cuerda y una gran caja, se colocaron frente al público sin miramientos, apareciendo bailaor y músico en escena frente a frente, estáticos. Sin mediar palabra durante más de cinco minutos, mientras el público se mantuvo en silencio y expectante ante esta original apertura.

Tras bajar una pantalla translúcida, la escena se transforma en un bosque profundo e imaginario, donde emerge el personaje principal: la Bestia. Calzado con unos botines rojos, Carmona evidencia desde el inicio su dominio de la contorsión corporal y su amplio bagaje como bailarín de contemporánea, iniciando una danza casi tribal que emulaba en cada posición al temido animal primario. Postrado, escenificando poderse apenas sostener, recurría a elementos primarios como tierra y polvos blancos con los que se embadurnaba, para posteriormente zambullirse en cuenco con agua a modo de ceremonia purificadora. La puesta en escena venía organizada en tres espacios, desarrollados sin despojos. A modo de catarsis, los aullidos, gritos y lamentos de la bestia se mezclaban con la seducción y diálogo que produce la música para alcanzar un objetivo único: que la bestia acabe bailando.

Como muchas obras contemporáneas, proponía muchas lecturas. Una, símil del proceso creativo de una obra pictórica, en la que a partir de un lienzo vacío brotan pinceladas abstractas, salvajes y casi fauvistas para expresar emociones.

Como muchas obras contemporáneas, proponía muchas lecturas. Una, símil del proceso creativo de una obra pictórica, en la que a partir de un lienzo vacío brotan pinceladas abstractas, salvajes y casi fauvistas para expresar emociones. Todo ello hasta desembocar en una imagen realista, la de la refinada estampa del bailaor. Según ha indicado el propio autor, «Baile de Bestias» es un espectáculo que nace de la necesidad de dar un paso más hacia la verdad más absoluta como artista. La vuelta hacia el movimiento primario y su aceptación para después alejarse de él, mirarlo con perspectiva tras la complejidad adquirida con la experiencia de los años”.

La formación de Carmona merece ser especificada: con 39 años y natural de Barcelona, se inició como bailarín a los 7 años. En 2003 obtuvo la licenciatura en Danza Española y Flamenco del Instituto del Teatro y Danza de Barcelona en 2003, ampliando posteriormente sus conocimientos de las raíces flamencas con maestros de calibre como El Güito, Antonio Canales, Manolete o Eva Yerbabuena. En 2006 entró a formar parte del Ballet Nacional de España, donde llegó a primer bailarín. Pero su inquietud por mostrar su estilo más propio y personal le hizo emprender su propio camino hasta formar su propia compañía. Entre los reconocimientos y menciones obtenidas destacan el Premio Nacional de Danza en 2020, el Benois de la Danse 2021, dos Max como mejor intérprete masculino y mejor espectáculo en 2022 por “Baile de bestias”, y la Medalla de Plata de la Comunidad de Madrid en 2023.

El virtuosismo que por momentos alcanzó el baile de Carmona, quizás más de pies que de brazos, se evidenció en una destreza absoluta en el zapateado. Se hizo más genial si cabe merced a la interpretación vocal del multiinstrumentista Masaedo, quien por momentos lideraba la escena. A modo de sesión de DJ, hizo viajar con gran flow a través de múltiples espacios sonoros, adentrándose en un mundo onírico y de fábulas.

Inmersos en ese bosque de sentimientos, a través del diálogo entre remixes y voces puras en quejidos flamencos, surgió la figura. Del bailarín bestia emergió la belleza del bailaor que encumbró la figura.

El músico granadino comenzó a dedicarse de manera profesional a la música a los 16 años, trabajando mayormente como cajonero en la escena flamenca de Barcelona. Años más tarde se trasladó a Madrid, donde formaría parte de la escena más underground y donde logró evolucionar su pellizco personal y su complejidad rítmica. El pasado 2023 lanzó su segundo trabajo, «Hielo». En el escenario junto a Carmona evidencia su querencia hacia los aires caribeños, nada extraño tras haber compartido escenario con grandes músicos de la escena cubana, jazz y flamenco como Jerry González, Jorge Pardo, Chano Domínguez, Paquito d’Rivera, Antonio Agujetas o Diego del Morao entre muchos otros.

Inmersos en ese bosque de sentimientos, a través del diálogo entre remixes y voces puras en quejidos flamencos, surgió la figura. Del bailarín bestia emergió la belleza del bailaor que encumbró la figura. En otro momento espectacular, Carmona ejecutó un zapateado sobre el limitado espacio de un cajón flamenco. A modo de estatua y bajo la luz cenital hasta alcanzar su máxima belleza, pura y de raíz, vestido ahora de negro como mandan los cánones más puristas. Con expresión de puro goce pasional. Flamenca.

Tras cincuenta minutos de actuación no dudó en regalar palabras de agradecimiento al festival y al maestro gaditano, definiendo a Paco de Lucía como «la banda sonora de nuestra vida», recordando seguir sus palabras respecto a que «la imitación está muerta y tenemos que hacer el flamenco que vivimos». Así lo vivieron Carmona y Masaedo en el escenario.

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Publicado por:

Fotógrafo de la escena musical española y local desde 2010.
Colaborador de festivales y revistas de ámbito nacional, ha expuesto en diversas ciudades españolas y en el extranjero.
Fotógrafo en Mallorca Music Magazine.

Periodista y productora musical. Me formé en Madrid, en el grupo Prisa: Canal Plus, Cadena SER. Siempre atraída por la música, he colaborado en revistas como Neo2 o suplementos como Tentaciones de El País o el del Diario La Provincia en Canarias. De mi pasión por el flamenco, la cual me viene por mi raíz andaluza y del cual me considero una gran aficionada, conservo muy buenos recuerdos, ya que tuve la fortuna de conocer a los más grandes de este arte como cronista para Diario de Cádiz, Diario de Sevilla y la revista especializada La Caña.

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